De San Agustín nos interesa, en particular, su obra La ciudad de Dios. Es este realmente un texto de «teología política». En su lectura presten atención a lo que se considera la primera gran síntesis entre la filosofía de la antigüedad, su epistemología y opción racional por el conocimiento y el saber de la revelación. En el caso de San Agustín esta síntesis es entre Platón --mediado por el neoplatonismo y Cicerón-- y las sagradas escrituras. (La segunda síntesis, casi 800 años más tarde se dará en la filosofía cristiana de Santo Tomás de Aquino.)
¿Qué sabemos de la ciudad divina? ¿Cómo supera a la ciudad terrena? ¿Qué relación existe entre ambas?
Para nuestras sesiones:
- San Agustín, La ciudad de Dios, selección de libros I-V, pp. 287-333.
Lecturas adicionales:
- Victoria Camps, «La Edad Media», Sección I en Historia de la ética, vol I, pp. 345-372
- Enrique Dussel, «La rebelión de las víctimas y la lenta invención del Estado secular» en Política de la liberación, historia mundial y crítica, pp. 71-96.
- Jean Touchard, «San Agustín» en Historias de las ideas políticas, pp. 99-104.
- George H. Sabine, «Universitas hominum» en Historia de la teoría política, pp. 202 - 215
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ResponderEliminarLa ciudad de Dios, Libro ll, Capítulo XXl. Opinión de Cicerón sobre Roma 293-297pag.
EliminarEn esta parte del libro ll se versa la opinión de Cicerón sobre Roma, pone de manifiesto que si no se hace caso a quien ha llamado a Roma corrompida y envilecida en extremo y no le den importancia a estar rodeada de un mar vergonzoso de inmortalidad y de ignomia, con tal que se mantenga en pie y siga adelante es un ser injusto e incompetente, hace un alto y alega que no hay que prestarle atención a que se hizo (como cuenta Salustio) sino, a que ya entonces estaba completamente en ruinas y no quedo ni rastro de la república.
Para Cicerón esta discusión sobre la relevancia de la justicia en una república bien ordenada era un tema fundamental e importante que se debía discutir y mantener en un primer plano en toda República Romana.
Escipión (personaje principal del diálogo de Cicerón, sobre la República) da su punto de vista con respecto a aclarar y discutir el tema de la importancia de la Justicia para una ciudad, así como el enorme deterioro de su falta. En donde afirma que ¨Es inevitable la INJUSTICIA¨, si no la absoluta verdad de este otro; ¨Sin la más estricta justicia no es posible gobernar un estado¨ Lelio, emprendió la defensa de la Justicia, refutando lo que anteriormente Filo en su afán de tomar la disputa a quienes opinan que no es posible gobernar sin injusticia, dejó bien en claro que su opinión (personal) era otra, con toda claridad empezó a defender a la injusticia contra la justicia; en donde seguidamente Lelio en su epístola sobre la justicia de la República Romana, argumenta que nada hay tan enemigo de una ciudad como la injusticia, y que jamás un estado podrá gobernarse o mantenerse firme, si no es con una estricta justicia.
Ahora bien, a mi pensar Cicerón pone en claro en su argumento, la gran importancia de la justicia para todo Estado, sin la presencia de ella no existe Republica, siendo la razón, el fundamento y guía de aquella.
La justicia no es regalarle o facilitarle las cosas al estado, sino el saber satisfacer a quién realmente con su esfuerzo y constancia se lo merece, es decir a quien le concierne por derecho. La Justicia es ética, equidad y honestidad y debe existir y prevalecer por siempre en una república, que es inevitable la injusticia? Ciertamente, en toda república viven personas injustas; lo dicho por Lelio me parece verdadero, en el sentido de que la injusticia es nuestro propio enemigo y a la vez sombra de nuestros malos actos, un gobierno injusto, es un gobierno corrupto, por ello se debe fomentar la justicia siempre, para ser hombres de bien y garantizar una república justa, de personas honradas y dispuestas hacer lo correcto por nuestra ciudad.
Todo el discurso de Cicerón no tiene otra finalidad que el intento de legitimación del Estado romano, al que considera en su forma republicana como ideal, tanto desde el punto de vista histórico, como social (expresión de la justicia), recurriendo a un conjunto de categorías ideológicas y morales (ley, justicia, virtud) que fundamentan a un mismo fin que es, el bien común.
San Agustín (476 d.C) cuando el imperio Romano desaparece, nace en el norte de Africa, ahora Argelia. SE muda a Hipona en donde es proclamado Obispo. En su juventud rechazó el cristianismo y participó en el maniquerismo y neoplatonismo. Al leer la "Epistola a los Romanos" es el momento en el que decide y se convence de ser cristiano (conversión). La ciudad de Dios se toma en cuenta el "bonus omnis boni" (el bien de todo bien) la felicidad es el din de la vida, para él la felicidad y este sumo bien viene dado por Dios, para él la razón no es suficiente, también será importante la revelación. "Sólo aquel quien creó al hombre sabe lo que lo hace feliz". Los principios fundamentales son, el primero que Dios es el verdadero principio del bien y Jesucristo es el camino para comprender ese(el) bien. El humano es una animal religioso y al ser creado por Dios depende de su gracia, la creación es una idea de Dios (las formas platónicas). San Agustin presenta en su obra la ciudad de Dios dos amores, el amor a Dios y el amor a sí mismo(lo pecaminoso, parte de la ciudad terrenal).-"La misma ambición de poder, uno de tantos vicios del género humano, pero arraigado con mucha más fuerza en las entrañas de todo el pueblo romano, una vez vencidas algunos de las principales potencias, aplastó bajo el yugo de su servidumbre a las restantes ya desechas y fatigadas"-. Aquí podemos precenciar un elemento del amor propio que lo llama ambición, esta ambición no es algo por lo cual enorgullecerse. Como se sabe las dos ciudades, "la ciudad de Dios" y la "ciudad terrena" están entrelazadas, esyas serán separadas en el juicio final. El amor propio y la ciudad terrena siempre llevarán a la injusticia.--"Pasa luego as exponer con más deteción y profundidad la importancia de la justicia para una ciudad, así como enorme prejuicio su falta... Un Estado-así dice la gente- no es posible sin injusticia..."Es inevitable la injusticia"--. Con respecto a la voluntad, existe la voluntad divina (buena y correcta) y la voluntad del hombre, "el libre albedrío" (mala e incorrecta).---" de EL nace todo poder, aunque no nace todo querer"---.----"Pero como es un cuerpo, no es un soplo vital. En realidad, el soplo vital que todo lo vivifica, que es el creador de todo cuerpo y de todo espíritu, es el mismo Dios increado. En su voluntad reside el supremo poder, que ayuda a las voluntades buenas de los espíritus creados, juzga a las malas, a todas las ordena, y a unas les concede poderes y a otras se los niega.".---- Muy a pesar de ver esto como una gran afirmación en cuanto a voluntades, surge de las dos ciudades "los amores intermedios" que satisfacen las necesidades materiasles, la paz social, seguridad personal y pública. Este amor es el respeto a la ley y al gerenciarlo podríamos decirle "política". En fin y para concluir esta reseña lo bueno para San Agustin será vivir una vida de peregrinaje en esta ciudad mezclada por buenos y malos, en este mundo inmerso en la injusticia y la maldad, mientras amar a Dios con toda el alma y esperar ser uno de los elegidos para la ciudad perfecta después del juicio final.
ResponderEliminarUno de los temas más importantes del libro I de la “La ciudad de Dios” de San Agustín de Hipona, es la crítica hacia aquellos paganos, romanos, etc, que fingieron ser siervos de Dios para poder salvarse de las guerras. Estos son los que le echaban la culpa al cristianismo sin darse cuenta que ese era su destino, y que ahora sufren desgracias, y sin darse cuenta les rinden tributo a unos supuestos dioses que no les resuelven nada.
ResponderEliminarSegún la ciudad de Dios esos supuestos dioses paganos, no son más que demonios. Para las familias cristianas sólo hay un Dios, y éste está en todas partes , no está encerrado en ningún lugar, castiga los pecados, y por haber tolerado las desgracias temporales tiene reservado para cada quien una recompensa eterna.
Y aquellos que sólo se quejan del cristianismo sólo quieren placeres y recursos en exceso pero no para usarlos con honradez y moderación.
Pero San Agustín nos dice que en medio de estos paganos hay hijos de la iglesia, y dentro de la Iglesia hay falsos cristianos.
En este libro también se hace énfasis en que el pueblo Romano era ávaro y sin moderación. Todo el pueblo Romano estaba dominado por la ambición. Roma era un pueblo que sólo hacían las cosas para satisfacer sus placeres sin miedo a nada, San Agustín pensaba que si había temor en el pueblo Romano no caería en desenfreno y por lo tanto no se caería en la avaricia. San Agustín piensa que que la verdadera justicia no existe más que en aquella República cuyo fundador es Cristo.
En libro II, San Agustín menciona a Escipión, y éste da su concepto de pueblo: “Asociación de personas basada en la aceptación de unas leyes y en la comunión de intereses”. Entonces una República es una empresa del pueblo.
Roma, según San Agustín nunca fue una República, porque nunca hubo autentica justicia.
Me parece de interés también en esta obra de San Agustín, lo que hablan del destino y su diferencia a como lo ve el cristianismo. Se dice que muchos filósofos cuando dicen “destino” se refieren a la serie de todas las causas concatenadas que originan cuanto sucede. Pero es Dios el que todo lo sabe antes de que suceda, “Nosotros afirmamos que dios conoce todas las cosas antes de que sucedan, y que nosotros hacemos voluntariamente aquello que tenemos conciencia y conocimiento de obrar movido por nuestra voluntad” Pág 302.
Además que si ya estamos proclamando la existencia de Dios estamos confesando su voluntad. Pero Cicerón refuta y afirma que si los hechos futuros fuesen todos conocidos, han de suceder según el orden de ese previo conocimiento, y no existiera el libre albedrío y terminaría en una fatalidad.
María Fernanda Bermúdez González
SAn AGUSTIN es la figura mas relevante de la Patristica oriental y occidental. Acuño una solucion a toda problematica de sus antecesores cerrando con ello la primera epoca de la filosofia medieval, y ejercio extraordinario influjo en todo el pensamiento de occidente, hasta nuestros dias; en este sentido puede situarse al comienzo de la edad media, abriendo nuevos cauces por donde habria de discurrir la filosofia de los mas grandes pensadores medievales.
ResponderEliminarConocido el objeto hacia el que tiende para lograr la verdadera felicidad que es la eterna bienaventuranza, el hombre pretendera alcanzarlo por todos los medios; pero ello no sera posible si no se añade al propio esfuerzo personal, la ayuda de Dios. Para SaN Agustin dicha ayuda reviste dos moalidades: la fe y la iluminacion.
La Fe: nadie puede alcanzar la felicidad si no posee el auxilio de la fe que limpia el corazon. Para ahondar en su estudio, San Agustin hace un analisis de la creencia que distingue de la credulidad y en ella advierte, como elementos constitutivos, un acto del hombre con asentimiento, que es la fe propiamente dicha, una verdad a la que asentimos, que es el objeto de la creencia y una autoridad que nos garantiza la verdad aceptada. La autoridad y el objeto de la creencia hacen que unas cosas puedan ser admitidas por la fe credibilia y otras tengan que serlo necesariamente credenda. Estas ultimas son las verdades reveladas por la fe verdadera que es un don de Dios, fundamentada por cristo, alcanzada por la inteligencia, procedente de la voluntad libre y movida por el amor. Es lo que san Agustin ha llamado la fe con obras, que es la unica fe que puede conducirnos a Dios. La Fe debe preceder a la razon por cuanto que es precisa para la purificacion de la mente, es guia de la razon, objeto de nuestra fe y fueste de conocimiento. Pero, a su vez, para que el objeto de nuestra fe sea credendus, es preciso que este justificado racinalmente, pues el cristiano no da su asentimiento a cualquier cosa, sino a aquello que debe ser creido. En este sentido, son purebas ciertas de la credendidad de nuestras creencias, el cumplimiento de las profecias, la verdad de Cristo y de la sagrada escritura, el testimonio de los martires y la pureza de la vida cristiana.
Por la mente Dios ilumina al hombre mediante los primeros principios impresos en ella. Tambien se efectua la iluminacion a traves de las cosas que componen el mundo porque Dios ha impreso en el la misma razon sempiterna e inmutable por la cual lo hizo y mediante ella el espiritu es advertido por los sentidos para que ejercite el entendimiento y pueda alcanzar a Dios invisible a traves de su obra visible.
La filosofia dice San Agustin con pitagoras es amor a la sabiduria y como la sabiduria es dios solo es verdadero filosofo el que ama a Dios.
San Agustin sostiene que las normas absolutas e inmutables por las que juzgamos las cosas no provienen de la experiencia. La conciencia tiene innatos los principios evidentes y universales que hacen inteligible la realidad. Como prueba de llo el propone el siguiente argumento de la duda:
"Si no crees en lo que te digo y dudas de su verdad, mira al menos, si estas cierto de tu duda acerca de estas cosas; y en caso afirmativo, indaga el origen de dicha certeza; no se te ofrecera ella de ningun modo a los ojos de la luz de este sol material, sino de auella luz Dios que alumbra a todo hombre que alumbra este mundo."
El conocimiento es verdadero siempre y cuando sus ideas se asemejen a las ideas divinas depositadas en nosotros, precisamente por Dios. Estas, como son el destello de las cosas existentes objetivamente, al conocerlas, conocemos con ellas la realidad objetiva.
Del texto la Ciudad de Dios de San Agustín cito el siguiente título del capítulo XXXI: “La corrupción, en una constante escalada, impulsó en los romanos la pasión de dominio”.
ResponderEliminarLa cita anterior se refiere a que por medio de la corrupción se intensifica el abuso de poder de los que tienen en sus espíritus esa ambición desmedida y se magnifica de tal forma que nace un pueblo corrompido, desenfrenado, sin prosperidad y avaricioso donde finalmente surge el amor propio, aquel amor lleno de deseos físicos como materiales.
De esta manera se opone en un nivel muy alto de lo que sería para San Agustín el concepto de lo que forma a la Ciudad de Dios, que es aquella ciudad donde surge las buenas almas llamados peregrinos que de manera desinteresada y por medio de la fe ofrecen su amor a Dios y al prójimo creando entonces la ciudad de Dios o de los santos que es donde existe la verdadera moralidad del pueblo y donde hay una verdadera paz alcanzada por la propia fe, como mencione anteriormente porque por medio de esta es que existen los verdaderos lazos de comunidad estrechados por la propia humildad que los aleja de cualquier placer y de cualquier deseo deshonesto.
Esa paz que es alcanzada dentro de la ciudad de Dios se define a su vez como una paz eterna, es decir, aparte de que haya una máxima tranquilidad entre los miembros de esta ciudad también habrá de manera igualitaria la misma paz pero si se alcanza la salvación. Esta salvación solo se da si se cumple voluntariamente las leyes de Dios y haciendo un buen peregrinaje para poder obtener dicha trascendencia.
Finalmente se puede decir que en ninguna ciudad donde exista la debilidad del hombre y el pecado original se podrá formar dicha paz y todo esto porque la corrupción reprime cualquier tipo de voluntad espiritual que conllevan al goce de esta misma. Esta corrupción está asociada a la ciudad de los injustos en donde se tiene como fin último la política, y la política por tanto no permite realizar un buen peregrinaje concluyendo que toda necesidad terrenal no alcanza o bien sea que no quiera porque es voluntario de todo hombre, obtener la gracia de Dios y al no obtenerla no se podrá pasar a la vida eterna ya que no cumplen ningunas de las leyes de Dios.
Entre los escritos de San Agustín, se encuentra “La Ciudad de Dios” en el cual explica lo que es esa “Ciudad de Dios” y la diferencia de nuestra vida terrenal, la cual es una vida “peregrina”, una vida pasajera en la que Dios nos pone a prueba a través de la divina providencia para saber si somos dignos de llegar a la ciudad de Dios “Ya no tiene en absoluto por qué estar pesarosa ni siquiera de la misma vida temporal, puesto que en ella aprende a conseguir la eterna, y , como peregrina que es , hace uso, pero no cae en la trampa, de los bienes terrenos; y en cuanto a los males, o es en ellos puesta a prueba , o es por ellos corregida” (Capitulo XXIX, 289). De esta divina providencia surgen las dudas ¿Dios nos controla o tenemos voluntad propia? ¿Como es posible que tengamos voluntad propia si existe la providencia? San Agustín responderá a esto de la siguiente manera. “Dios conoce todas las cosas antes de que sucedan, y que nosotros hacemos voluntariamente aquello que tenemos conciencia y conocimiento de obrar movidos por la voluntad”(Capítulo IX, 302). Dentro de estas voluntades, debemos escoger si vivir bajo la voluntad divina o la voluntad propia, por medio del “libre albedrío”
ResponderEliminarSan Agustín nos indica que debemos vivir bajo la voluntad divina amando a Dios sobre nosotros mismos, ya que de lo contrario viviríamos en una vida de constante egoísmo en donde cada quien actuara por su amor a sí mismo y donde no podrán existir sociedades ya que sería imposible lograr un interés común que uniera a las personas, el único interés y el único amor que debe haber es el que va dirigido hacia Dios. El cual nos llevará a la Ciudad de Dios. Sin embargo, este amor debe ser verdadero, puro, y la razón de este amor no debe ser la salvación ya que esto nos llevaría al amor propio nuevamente “en medio de los paganos hay hijos de la iglesia, y dentro de la iglesia hay falsos cristianos” (Capítulo XXV, 292). Demostrando así que tanto la Ciudad de Dios como la Ciudad Terrenal están mezcladas mutuamente y solo serán separadas en el último juicio.
Hablar de San Agustín es referirse a un gigante de la historia del pensamiento sus aportes intelectuales abarcan las diferentes áreas del conocimiento. Agustín de Hipona nace en el pequeño pueblo de Tagaste, al norte de Africa lo que hoy es Algeria su padre era pagano Patricio y su madre cristiana Santa Mónica desde temprana edad tuvo que vivir la experiencia de las dos culturas la pagana y la cristiana que reinaban en el imperio y que a pesar de que su madre hacia grandes esfuerzos por exponer a su hijo Agustín a las creencias cristianas no fue creado como cristiano y en su juventud se acercó a lo más selecto de la alta cultura Romana
ResponderEliminarSu vida transcurre durante el principio de un periodo histórico (354-430 llamado antigüedad tardía entre los siglos III Y VII aproximadamente inicio su formación en su ciudad natal y estudio retorica en Madauro,recibe y se da así mismo la educación más sofisticada con el objeto de satisfacer su deseo de llegar a convertirse en maestro de retórica y de un intelectual de renombre y al momento de su conversión estaba encaminado0 en esa direccionen . en su formación intelectual y espiritual fue muy importante el neoplatonismo de Plotino y de otros ya que fue lo que lo ayudo reconocer y ayudado por la influencia de San Ambrosio que el cristianismo era filosóficamente respetable y cuando descubre que el evangelio de San Juan y las Epístolas de San Pablo contienen una fuerte impronta Platónica
San Agustín concluye que ni el maniqueísmo, ni el neoplatonismo, ni el escepticismo daban respuestas que llenaran sus demandas espirituales e intelectuales y viniendo de haber pasado por un periodo de difícil turbulencia interna, Agustín se convierte al Cristianismo en el año 387 luego de haber leído una Epístola de San Pablo la cual logra que el rompa con todo lo que se había interpuesto en su camino para entregarse enteramente a la fe. Fue bautizado por San Ambrosio y es ordenado sacerdote en el año 391 cinco años más tarde fue nombrado obispo de Hipona , actualmente Annaba en Algeria y permaneció allí los 35 años siguientes hasta su muerte en el año 430.
Entre los grandes temas agustinianos tenemos; Conocimiento y Amor, Memoria y Presencia, Sabiduría las cuales dominaron toda la teología cristiana hasta la escolástica tomista. Una de sus mejores obras fue la monumental Ciudad de Dios la cual fue elaborada en catorce años entre el 413 y 427 para el escribir este libro fue una larga y pesada tarea motivado a que se dispuso a convencer a los soberbios del gran poder de la humildad. La Ciudad de Dios va más allá de sus preocupaciones que practicar la refutación de aquellos que atribuían la catástrofe de la invasión visigoda al abandono de los Dioses paganos tradicionales Desde el capítulo 11 al 22 San Agustín desarrolla una interpretación Teológica de la historia lo que hace de la Ciudad de Dios una combinación de argumentación polémica y de meditación personal sobre la historia de la humanidad y los roles del Imperio Romano y de la Iglesia Católica en esa misma historia.
San Agustín
ResponderEliminarEl 13 de noviembre nació Aurelio Agustín en Tagaste de Numidia (hoy Souk-Ahras, al norte de Argelia), ciudad agrícola a más de 300 kilómetros del mar Mediterráneo. Fue el primogénito de una pareja de clase media baja, formada por Mónica (cristiana), que a sus 22 años se casó con Patricio (que se caracterizaba por ser de temperamento violento), quién tenía más de 40. Defendió la inviolable santidad de la Iglesia como cuerpo de Cristo, a pesar de la condición pecadora de sus miembros.De manera general, Agustín en el texto “La Ciudad de Dios”presenta la historia de la humanidad gobernada por la divina Providencia, pero dividida en dos ciudades: la terrena, originada por el amor propio hasta la indiferencia ante Dios, y la ciudad celestial, nacida del amor de Dios hasta la indiferencia hacia sí mismo. En la primera se da el peregrinaje, que es el vínculo entre el pecado y la política, donde no se encuentra la ciudad de Dios, pero es requerida con el mismo fin y lo político juega un papel de espacio de pacificación y control. En contraposición a ésta, la ciudad celestial se caracterizaba por encontrarse en ella las personas salvadas, la justicia, la perfección, aquellas personas que son humildes y elegidos al bien.En el Libro I de “La Ciudad de Dios”, Agustín hace una defensa de esa ciudad fáctica. ¿Cómo? A través de la fe, es decir, creyendo en el mensaje que Cristo nos proporciona de amor a los desamparados y a las viudas.En el Libro I San Agustín hace la siguiente referencia:
“Entrelazadas, de hecho, y mezcladas mutuamente están estas dos ciudades, hasta que sean separadas en el último juicio” (Capítulo XXXV Pág. 293).
Con esta frase, Agustín nos da a entender que las dos ciudades se ligan la una con la otra eternamente y únicamente dicho lazo se acaba cuando llegue el fin de la historia humana, es decir, el conflicto entre las dos ciudades. El ser humano nace y se cría en la ciudad terrena; pero mientras éste posea fe, podrá trascender a esa “Ciudad de Dios” que se caracteriza por ser perfecta en su totalidad.
“En efecto, nuestras voluntades mismas pertenecen a ese orden de causas, conocido de antemano por Dios en un determinado orden, puesto que la voluntad del hombre es la causa de sus actos”. (Libro V, Capítulo IX, Pág. 303).
Partiendo del hecho que la voluntad es aquella potencia o facultad que posee el alma, que mueve hacer o dejar de hacer una acción. Al conocer la voluntad de la persona, esto implicaría tener conocimiento de los actos, lo que es de Dios no es el poder de ésta y de la individualidad. Donde cada acto se da a causa sólo la sabe Dios y se debe a él. Tan sólo el ser humano es el elemento o pieza de una voluntad que no es verdadera y la única forma que explica el amor propio es la humana.
San Agustín definió gracias como el auxilio divino para cumplir lo que la ley de Dios ordena, que es obtener la justificación y perseverar en ella, sirviendo ésta de ayuda para la libertad, retirándole cualquier obstáculo que se le atraviese en el camino y que a su vez la impida actuar de manera correcta.
ADRIANA BAÑEZ NAPOLI
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ResponderEliminarSan Agustín de Hipona nace en Tagaste un 13 de Noviembre de 354, pequeña ciudad de Numidia en el África romana. Su padre, Patricio, era un pequeño propietario pagano cuando su hijo nació . Su madre, Santa Mónica, fue puesta por la Iglesia como el ejemplo de la "mujer cristiana". Mónica le enseñó a su hijo los principios básicos de la religión cristiana y al ver cómo el joven Agustín se separaba del camino del cristianismo se entregó a la oración constante en medio de un gran sufrimiento. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo "el hijo de las lágrimas de su madre". Agustin mostro interés desde muy temprana edad a la literatura.
ResponderEliminarA la edad de diecinueve años, la lectura de Hortensius de Cicerón despertó en la mente de Agustín el espíritu de especulación y así se dedica de lleno al estudio de la filosofía.
San Agustín comienza la búsqueda de la verdad de una manera casi desesperad; se pasó al racionalismo y rechazó la fe en nombre de la razón. Poco a poco va descubriendo que razón y fe no están necesariamente en oposición, su relación es de complementariedad.
Según él la fe es un modo de pensar asintiendo, si no existiese el pensamiento, no existiría la fe. Como consecuencia la inteligencia es la recompensa de la fe. Se estructura a partir de la contraposición entre la Ciudad de Dios (que representa el Cristianismo, y por tanto la verdad espiritual) y la ciudad pagana (que representa la decadencia y el pecado).
“La gloriosísima ciudad de Dios, que en el presente correr de los tiempos se encuentra peregrina entre los impíos viviendo de la fe, y espera ya ahora con paciencia la patria definitiva y eterna hasta que haya un juicio con auténtica justicia, conseguirá entonces con creces la victoria final y una paz completa. Pues bien, mi querido hijo Marcelino, en la presente obra, emprendida a instancias tuyas, y que te debo por promesa personal mía, me he propuesto defender esta ciudad en contra de aquellos que anteponen los propios dioses a su fundador”
Ciudad de los Hombres, sino la Ciudad de Dios: “Las dos ciudades, en efecto, se encuentran mezcladas y confundidas en esta vida terrestre, hasta que las separe el juicio final. Exponer su nacimiento, su progreso y su final, es lo que voy a intentar hacer, con la ayuda del cielo y para gloria de la Ciudad de Dios, que hará vivo el resplandor de este contraste.”
Desde el primer momento él trata la religión antigua como supersticiosa, por un lado Agustin refuta que Roma haya estado protegida por los dioses ya que son falsos; lo que ha recibido Roma de sus dioses ha sido el vicio y la corrupción del alma (libro II) y el amor por los bienes terrenales (libro III).
Agustín muestra que no han sido los dioses los que han dado grandeza a Roma, sino el decreto soberano de Dios, único y verdadero.
Con San Agustín tenemos la primera síntesis entre el pensamiento religioso cristiano y el pensamiento filosófico grecorromano. A diferencia de la obra de San Pablo, además, la comparación entre ambos tipos de pensamiento favorece en la Ciudad de Dios al cristiano, como señala Chuaqui en su introducción: “los mejores productos (…) de la razón pagana son versiones, admirables, pero imperfectas e incompletas, de los propósitos que la divinidad inscribe en la historia y la naturaleza humana” (p. 285).
ResponderEliminarLa influencia más marcada sobre San Agustín es sin duda platónica, en tanto que centra su concepción religiosa del mundo en la dualidad de lo tangible y lo intangible. Sin embargo, al menos en los fragmentos del “Ciudad de Dios” de la selección de Chuaqui, con este plano intangible (denominado en el texto como ciudad divina o patria eterna) se tenderá a hacer referencia ante todo a sus habitantes y la conducta que de ellos se espera durante su estancia en el mundo transitorio o terrenal.
En esta conducta evidencia también la influencia estoica sobre el cristianismo: “la familia entera del sumo y verdadero Dios (…), como peregrina que es, hace uso, pero no cae en la trampa, de los bienes terrenos” (c XXIX, L I). La austeridad augustiniana llega, empero, más lejos. La prosperidad, afirma, empleando el caso de Roma como ejemplo, no puede sino incentivar la aparición de vicios y del desenfreno entre los ciudadanos. Esto se debe a que en el mundo terrenal es imposible una existencia en comunidad a causa del egoísmo y el amor a la alabanza que le es propio a la humanidad. El Estado plenamente realizado, por lo tanto, sólo puede encontrarse en la patria eterna: “la verdadera justicia no existe más que en aquella república cuyo fundador y gobernador es Cristo” (c XXI L II). Al mundo transitorio corresponde cualquier medida que mantenga este amor propio bajo control, ante lo cual no se excluye la tiranía o el uso del terror, en primer lugar porque el terror reprime la pasión y obliga a los ciudadanos a actuar según el interés compartido, así sea temporalmente, y en segundo lugar porque, como argumenta San Agustín más adelante, Dios otorga gobiernos acorde a sus ciudadanos: “nombro rey a un bribón por la perversidad del pueblo” (c XIX L V) bajo cuyas iniquidades sus súbditos encuentran una vía para probar su virtud (c III L IV).
Al no ser gobierno terreno alguno partícipe de la justicia real, ninguno posee en sí legitimidad, afirmando que su título de reino procede de la “impunidad lograda” (c IV L IV) y que salvo por la escala, en nada se diferencia un reino tal de una banda de ladrones. A pesar de esto, no sólo se afirmará luego que “de [Dios] nace todo poder” (c VIII L V), sino también que “en ninguna injusticia se complace” (c XXI L V). Esta contradicción la buscará resolver San Agustín con el libre albedrío humano (alegando que de Dios “no nace todo querer”, c VIII L V). Sin embargo, si Dios conoce nuestra voluntad y ésta forma parte de su designio, ¿cómo considerarla libertad? Veamos, por ejemplo, su concepto del mal: en las palabras de Chuaqui, para San Agustín incluso “el mal sirve al bien” (c XIX L VI, p. 285), a pesar de que por la definición del libre albedrío el mal es creación exclusiva de la humanidad. Si Dios contemplaba un propósito para algo que emana únicamente del hombre, ¿no significa acaso que estaba dentro de su designio? ¿Cómo es entonces esta creación, la única que San Agustín realmente atribuye al hombre, un acto libre?
En cualquier caso, la justicia no existe plenamente en el mundo tangible, no sólo por el predominio del amor propio, sino por la inescrutabilidad de las intenciones humanas, que hace imposible determinar si, por ejemplo, el desdén al amor propio es genuino o esconde un beneficio personal. La virtud (y con ella, la distinción entre los peregrinos y las personas mundanas) permanece cognoscible sólo por Dios.
La limitación de la razón (que hace imposible una comunidad verdadera) y esta insondabilidad formarán, a través de la obra de San Agustín, la base de la visión general del cristianismo.
Las dos ciudades
ResponderEliminarSan Agustín puede ser considerado el origen del pensamiento occidental, la unión entre la filosofía griega y el cristianismo. Considera que el hombre no sólo puede vivir de la razón, sino también de la gracia de Dios. Son para él términos equivalentes la verdadera filosofía y la verdadera religión.
Dos fuertes influencias configuraron su teología política, siendo ellas el maniqueísmo y el platonismo, considerada la última como la más importante, puesto que el tema principal sobre el cual constituye su obra, “La Ciudad de Dios”, fue el planteamiento de la existencia de dos ciudades: la Ciudad Terrena, tangible y perecedera, y la Ciudad Divina, ideal y eterna; ambas motivadas por el amor propio y el amor a Dios respectivamente. San Agustín afirma que “entrelazadas, de hecho, y mezcladas mutuamente están estas dos ciudades, hasta que sean separadas en el último juicio” (Cap. XXXI, Libro I), juicio en el cual se nos otorgará la salvación, como recompensa de la peregrinación y del amor a Dios, o la condena, como resultado del amor propio. Este amor propio, además, impide la formación de una comunidad, de intereses comunes que se sobrepongan a los individuales, razón por la cual para San Agustín no es posible la idea de un pueblo, o incluso de justicia. “… el mismo pueblo ya no es pueblo si es injusto: no sería una ‘asociación de personas, basada en la aceptación de unas leyes y en la comunión de intereses’” (Cap. XXI, Libro II)
“La verdadera justicia no existe más que en aquella república cuyo fundador y gobernador es Cristo” (Cap. XXI, Libro II). Asimismo, San Agustín desarrolla también la teoría de los amores intermedios, relacionados con las necesidades materiales y su satisfacción, la cual emplea para explicar el propósito de la política; no cree que ella sea quien deba encargarse de buscar la justicia, imposible de hallar en el mundo secular, como bien afirma en la anterior cita, sino más bien mitigar las diferencias, hacer de mediadora entre los conflictos que se originan de las ansias de cumplir los intereses individuales. En otras palabras, los amores intermedios son aquellos que posibilitan la cooperación y la comunión, vista por San Agustín como simples semejanzas.
Ahora, si bien Dios, siendo todopoderoso, capaz de impedir la injusticia en la Ciudad Terrena, permite un mundo que precisamente se rige por ella, se podría perfectamente pensar que Él pudiera impedir dicha iniquidad. Sin embargo, San Agustín explica que “de Él nace todo poder, aunque no nace todo querer” (Cap. VIII, Libro V). El mal en la Ciudad Terrena se justifica mediante la voluntad del hombre. “Nosotros, al proclamar la existencia de un Dios supremo y verdadero, estamos confesando su voluntad, su soberano poder y su presciencia”. (Cap. IX, Libro V). Cierto es que existe una voluntad divina, pero nuestro libre albedrío forma parte de ella. Dios nos ofrece un conjunto de posibilidades; está en nosotros la elección de ellas.
Es necesario mencionar que, a pesar de que no parece ser así a simple vista, San Agustín no repele por completo el amor propio; asevera que debemos poseer un mínimo de él. El título que se emplea en el Capítulo XIII resulta apropiado para explicarlo: “El amor a la alabanza es un vicio. Pero al servir de freno a otros vicios mayores, se le considera una virtud.” No es impensable una relación entre el “ Justo Medio” aristotélico y dicho argumento. El amor propio en demasía es tan malo como la carencia de él. “Pero si hay un ser humano que, despreciando la gloria, está ávido de dominio, éste supera a las bestias, ya sea en crueldad, ya sea en lujuria”. Delimitar que dicha idea se aplica sólo para los hombres no virtuosos es imperativo. La manifestación del amor propio en aquellos que participan de la virtud, sólo resulta perjudicial. “¡Qué gran virtud es en el hombre, ya virtuoso por otros conceptos, el despreciar la gloria!” (Cap. XIX, Libro V).
La Ciudad de Dios fue una obra escrita por San Agustín de Hipona, en la cual se habla sobre el designo de dos ciudades, las cuales son símbolos de la sociedad; San Agustín le designa a dichas ciudades varios nombres como los siguientes: “la ciudad de los santos y la de los injustos; del orgullo y de la humildad; de los piadosos y los no piadosos; de los elegidos y de los condenados”, entre otros. Para poder analizar mejor la visión de San Agustín citare esta frase:
ResponderEliminar“… En efecto, las dos ciudades son también una representación del combate que se vive hacia el interior de todo ser humano entre el espíritu y la carne” (p. 280)
Con esta frase podemos adentrarnos en las expectativas de San Agustín y ver cada una de las cualidades de las posibles ciudades existentes y qué relación tienen estas con el Hombre. Los que habitan en la Ciudad de Dios son los que viven de aspiraciones espirituales, los cristianos respetuosos de Dios, de sus leyes y mandamientos. Estos tienen una fuerte presencia de la Fe y el amor que ellos le tienen a Dios, es él que los va a ir guiando a lo largo del transcurso de su vida, es la única ciudad justa y humilde donde cada uno de los peregrinos que habitan en ella aprenden día a día sobre su Dios y las actitudes correctas que deben ejecutar. En cambio los que habitan en la Ciudad Terrena son los que se entregan a los goces paganos, a la adoración de muchos dioses y a la debilidad de la carne, estos habitantes son los que están llenos de injusticia, orgullo, falta de Fe, entre otros. Estas dos ciudades conviven en la misma época pero solo la ciudad de Dios obtendrá el triunfo. Para Agustín el hombre tiende siempre a desear el bien en la tierra y por si mismo, lo desea en su forma completa y evitando caer en todo mal.
Dependiendo de las actitudes que eligen las personas de la época, estos se llenaran de desgracias o gracias que serán comunes tanto para los buenos como para los malos, es decir, los que actuaban de mala manera recibirán su castigo y los que actuaban de buena manera recibirán todo lo bueno de Dios. El Hombre siempre tendrá esta interrogante presente al saber en cuál de las dos Ciudades se encuentra, pero solo la Fe le dará dicha respuesta a cada ser humano para saber cuál es su papel en la tierra y lo más importante es darse cuenta que las cosas se hacen de corazón y no por las intenciones personales.
Carlos Alejandro Pereira da Silva
San Agustín, en su obra “La Ciudad de Dios” hace referencia al “Bonus omnis boni” (El bien de todo bien), expone que tanto la felicidad como este bien de todo bien no son posibles de conseguir tan sólo con la razón, sino que el humano también necesita de la revelación y lo divino. Explica que sólo Dios por ser el creador de los humanos sabe lo que ellos necesitan para ser felíz, Dios es el principio del bien por lo que Jesucristo es el camino para llegar a ese bien.
ResponderEliminarEn el texto se presentan dos tipos de amores: El amor a Dios y el amor a sí mismo. El amor a Dios es bueno y con él logras entrar a la ciudad de Dios, en cambio el amor a sí mismo en la ciudad terrenal es malo porque encamina a las personas hacia la injusticia. En la ciudad terrenal durante nuestra vida, Dios nos pone a prueba para verificar que seamos dignos de entrar a la “Ciudad de Dios”. Esto se relaciona de alguna manera con la voluntad, y según San Agustín existen dos tipos: La voluntad de Dios y la voluntad del hombre o “libre albedrío”, según San Agustín para ser felices deberíamos vivir según la voluntad de dios ya que si lo hacemos según nuestra propia voluntad llevaríamos una vida egoísta donde sería imposible crear sociedades ya que cada persona tuviera intereses diferentes. Se habla sobre los “amores intermedios” que son aquellos que logran cumplir las necesidades del hombre tanto material como seguridad y paz en la sociedad.
San Agustín es un historiador del pensamiento que se basa en lo político primordialmente. La vida de este historiador transcurre durante los comienzos del período de la “antigüedad tardía” que se caracterizaba por la recepción y los cambios de la antigua difusión y fortalecimiento del cristianismo en Europa occidental. Realizo estudios sobre el maniqueísmo y el escepticismo. Durante la época de San Agustín había culturas paganas y cristianas. La obra de San Agustín (Las Confesiones), nos explica aspectos de la cultura intelectual del Imperio Romano.
ResponderEliminarLa composición de la Ciudad de Dios fue la reacción, tanto de paganos como de cristianos, donde trataba de la invasión y saqueo de la Ciudad de Roma. Este suceso se debe a la declaración del cristianismo como religión oficial del Imperio, que provoco la reflexión sobre la relación entre el Estado y la Iglesia. Los romanos decían que Constantino traslado el reino de los cielos a la Tierra para que el Imperio Romano sintieran el mensaje de Cristo en el mundo. (…) Agustín pretende rebatir los argumentos de los paganos quienes consideraban que la causa de la vulnerabilidad de Roma se debía a la intromisión del cristianismo en el Imperio (…). Agustín propone en la Ciudad de Dios un razonamiento polémico y de meditación personal sobre la historia romana. También rechazo la idea de Constantino ya que él decía que el Imperio y todo lo que tuviera que ver con las estructuras políticas, no se pueden apreciar como instrumentos indispensables para el cristianismo pero tampoco significa un obstáculo para el mismo.
Agustín define la dos ciudades como: la cuidad de los santos y de los injustos; del orgullo y de la humildad; de los piadosos y de los no piadosos; de los elegidos y los condenados. Una se dirige hacia el bien y alcanzara la salvación eterna mientras que la otra somete este bien al interés propio, y está condenada al infierno pero lo más importante siempre va a ser el bien último: la paz eterna; lo que la las diferencia es que la cuidad de Dios está unida a su amor por Dios y la Cuidad Terrenal esta unida por su amor a las cosas terrenales. En todas las sociedades se hallan estas dos ciudades pero solo en el juicio final se separa a los justos de los injustos. En las dos ciudades se encuentras motivaciones internas por las cuales se definen y se diferencian, la motivación principal de los individuos de la ciudad terrenal es el amor propio y la motivación de los individuos de la ciudad de Dios es el amor a la divinidad. (…) El fin principal de las instituciones políticas es el establecimiento de la paz en la Tierra; el valor de la paz terrenal, para los miembros de la ciudad de Dios, está referido al consentimiento de la paz eterna, al goce de la paz celestial (…).
Para San Agustín la participación de la divinidad es necesaria ya que la humanidad está profundamente marcada por el pecado original. (…) los seres humanos son sociales por naturaleza, pero no políticos, es decir, si no hubiéramos caído en el pecado original, el gobierno no sería necesario (…) (…) el rol de las instituciones de gobierno no es el establecimientos de la ciudad de Dios sino minimizar el desorden. Para Agustín la justicia solo proviene de Dios, las instituciones solo son una ayuda para encaminarnos a la paz eterna pero solo Dios nos podrá juzgar.
San Agustín de Hipona
ResponderEliminarAquí cito un ejemplo planteado en la obra de San Agustín “… de estos dos hombres, pongamos que uno es pobre o de clase media, y el otro riquísimo. El rico en esta suposición vive angustiado y lleno de temores, consumido por los disgustos, abrasad de ambición, en perpetua inseguridad, nunca tranquilo, sin respiro posible por acoso incesante de sus enemigos; aumenta, por su puesto, su fortuna hasta lo indecible, a base de tantas desdichas, pero a su vez, creciendo en la misma proporción el cúmulo de amargas preocupaciones. El otro , en cambio, de mediada posición, se basta con su fortuna, aunque pequeña y ajustada; los suyos le quieren mucho, disfruta de una paz envidiable con sus parientes, vecinos y amigos; es profundamente religioso, de gran afabilidad, sano de cuerpo, moderado y casto en sus costumbres; vive con la conciencia tranquila …” (libro IV, capítulo III, Pág. 25-26)
Aquí se puede hacer una comparación clara respondiendo un poco a estas cuestiones planteadas sobre ¿Qué sabemos de la ciudad divina? ¿Cómo supera a la ciudad terrena?; Empecemos con la ciudad divina o ciudad celestial: En su obra plantea la descripción de la ciudad perfecta, conocida con el nombre “la ciudad celestial” en la que solo pueden llegar a ellos todos aquellos hombres que actúen bien, sean virtuosos, aquellas personas humildes, que solo quieran el bien común y vivir una vida plena. Este se puede relacionar con el hombre pobre o de clase media que nos muestra en el ejemplo ya que este hombre vive una vida tranquila haciendo el bien, siendo humilde, no haciendo daño a nadie y también es religioso, es decir este hombre se gana ya el paso a la ciudad celestial.
En cambio que, en la ciudad terrena es aquella en la que se esta rodeado de pecado, de lujuria, codicia, el bien individual, ansia de poder, orgullo, entre otras cosas; por ello este se relaciona muy bien con el ejemplo pero del hombre que es riquísimo ya que este hombre hace todo lo posible por tener mas fortuna, se aleja de la familia, crea enemigos, violencia lujuria, etc.
Se puede concluir que el hombre tiene que ser bueno para poder ir a la ciudad celestial y que su alma y cuerpo pueda descansar en paz y pasar a una vida mejor ya después de haber obrado bien en la tierra, en cambio que si obras mal nunca tu alma podrá conseguir el descanso eterno.
San Agustín de Hipona, en su obra “La cuidad de Dios”, nos llama a la reflexión sobre lo político. Él dice que escribir este libro fue “una larga y pesada tarea” ya que él se puso como objetivo “convencer a los soberbios del gran poder de la humildad”.
ResponderEliminarSan Agustín convence de que se llega a la sabiduría a través de la fe, lo que hizo que se deshiciera de la idea de que Dios sería una entidad corpórea y a la vez llego a convencerse de que el neoplatonismo solo intuía la verdad. El cristianismo incorpora, transforma y supera las intuiciones de los neoplatónicos, haciendo de la verdad un objeto de conocimiento inteligible para todos.
El impulso de San Agustín por escribir “La cuidad de Dios” fue la reacción, tonta de los paganos como de los cristianos, a la invasión y saqueo de Roma.
Muchos pensaron que fue cusa de la ira de los Dioses por adoptar a la religión cristiana, lo que lleva a la reflexión sobre la relación entre Estado e Iglesia.
La idea central del texto es la comparación que hace San Agustín de las cosas humanas con la imagen de dos ciudades, La Cuidad de Dios y la Cuidad Terrenal. San Agustín define a la Cuidad de Dios como la ciudad de los santos, de los humildes, de los piadosos, de los elegidos, donde el bien común es la salvación eternal, y lo que la caracteriza es el amor a la divinidad, el amor a Dios. La cuidad Terrenal se define como la cuidad de los injustos, de los orgullosos, de los no piadosos, de los condenados, donde el bien común es el interés propio temporal; estos ciudadanos son condenados al infierno; lo que caracteriza a esta ciudad es el amor propio.
En el juicio final se separan a los justos de los injustos, mientras todos viven en la cuidad terrenal.
Las ciudades son una representación del combate que se vive en el interior de todo ser humano entre el espíritu y la carne.
Para Agustín la humanidad necesita la intervención divina porque está marcada por el pecado original. Los miembros de la Cuidad de Dios tienen el don de la gracia divina. Ningún ser humano es capaz de resistir el mal por sí solo, con la ayuda de Dios podemos controlar nuestras tentaciones hacia el pecado.
Los gobiernos son parte del castigo divino, por el pecado original, y son necesarios en el mundo terrenal. El objetivo de los gobiernos es minimizar el desorden. Si hay un poder político, y justicia, se llega a la paz. El mal se distribuye ´por todo el mundo y siempre va a estar al acecho porque los seres humanos somos incapaces de establecer orden justo, por eso, la función del gobierno es controlar a los injustos y crear un espacio para que los justos puedan vivir en inocencia.
MARIA FERNANDA HERNANDEZ
San Agustín (476 d.C) cuando el imperio Romano desaparece, nace en el norte de África, ahora Argelia. SE muda a Hipona en donde es proclamado Obispo, es donde se decide a ser cristiano, San Agustín en su relato nos Habla de la ciudad de dios donde Dios se toma en cuenta el "bonus omnis boni" (el bien de todo bien) la felicidad es el día de la vida, para él la felicidad y este sumo bien viene dado por Dios, para él la razón no es suficiente, también será importante la revelación.
ResponderEliminarSan Agustín presenta en su obra la ciudad de Dios dos amores, el amor a Dios y el amor a sí mismo, Agustín define a las dos ciudades como la ciudad de los santos y la ciudad de los injustos; del orgullo y de la humildad; de los piadosos y los no piadosos; de los elegidos y los condenados, así la relación que nos hace San Agustín entre estas dos ciudades es que una se dirige hacia el bien y es donde se alcanzara la salvación eterna y la ciudad terrena se dirige hacia el amor propio, el interés temporal y los que allí estén, están condenados al infierno .
Para Agustín, la justicia solo proviene de dios, Por lo tanto “Agustín concluye que no puede existir una replica verdadera a medida que no exista justicia verdadera” es decir en que a medida que la justicia de dios, la justicia divina no sea absolutamente respetada, conjuntamente con cicerón la republica va a ser donde hay verdadera justicia cap. IV “si de los gobiernos quitamos la justicia ¿en que se convierten si no en una banda de ladrones?” es decir si un gobierno no tiene justicia se convierte en una banda de ladrones. Esta justicia la describe san Agustín, es encontrada en la ciudad de dios como suma felicidad, como verdadera justicia cap. XVI “se trata de una ciudad eterna, allí no se nace, porque nadie muere; allí reina la verdadera y plena felicidad que no es diosa si no un don de dios; de ella como prenda de su posesión, hemos recibido la fe, allí no sale el sol sobre malos y buenos, solo hay un sol, el sol de justicia”
Maikel Camacho
San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran elocuencia. Es considerado el padre del cristianismo tomando en cuenta a Cicerón y a Séneca para luego convertirse al cristianismo por San Pablo.
ResponderEliminarLa familia de Dios es decir, los fieles se diferencia por tener un estilo de vida distinta a los infieles ya que estos tienen un amor por la divinidad, la ciudad de Dios, lo eterno, la vida en el paraíso. Los fieles están capacitados para comprender que la vida terrenal es solo una vida de paso, un transe para llegar a lo que realmente importa. Lo terrenal tiene mucha imperfección, tiene la maldad de los hombres, el orgullo de os infieles, las tentaciones del diablo y los deseos de la carne.
Por eso la familia de Dios cree que está en este mundo imperfecto, para superar las pruebas que Dios mande para sus hijos con el objetivo de corregir y estar preparado para la perfección del paraíso. Muchos infieles se preguntan donde está Dios pero la verdadera pregunta es: “que digan ellos ¿donde están sus dioses?”. Y he aquí la respuesta: “Mi Dios está presente en todas partes; en todas partes está todo. Él; no está encerrado en ningún lugar. Puede hallarse cerca sin que lo sepamos y puede ausentarse sin movimiento alguno”. Los impíos se pregunta donde esta Dios pero verdaderamente la pregunta es donde están sus dioses (el de los infieles) ya que ustedes padecen de lo mismo, sin promesa alguna y haciendo cultos y atributos a dioses vacíos y encerrados en cualquier parte. Para los fieles sin embargo estas calamidades son para aprender en la vida terrenal lo que efectivamente importa que es conseguir la vida eterna. El dios de los cristianos creó el cielo, lo majestuoso. El dios de los paganos son los demonios y son los dueños de la oscuridad. El hecho es que el Dios que creó el cielo es el más temible y el de ustedes (infieles) posee temor hacia Dios. Los paganos por esa razón no merecen que les hable de las maravillas del Dios de los cielos, ni discutir sobre Él ya que no entenderían las pruebas y las correcciones que Dios manda a sus hijos para que puedan estar preparados e ir hacia la divinidad, a los cristianos de corazón les dará una recompensa por haber tolerado las adversidades como manda Dios. Se podria decir que el cielo se gana y para obtenerlo hay que hacer sacrificios, pasar pruebas y vivir conformemente con las escrituras, es decir el cielo no se gana por gracia, porque Jesucristo quiso salvarnos y por eso se sacrificó, porque lo seguimos y aceptamos de corazón. Porque si nos ganamos el cielo haciendo las ordenanzas que Dios manda para sus hijos. Pero esta hipótesis no es tan válida cuando recordamos a Sn Pablo; cuando dice que lo que verdaderamente importa es el corazón y la fe que tiene el hombre, si naciera por si solo el deseo de seguir las sagradas escrituras, las ordenanzas de Dios de los cielos, si hace lo correcto, es justo y tiene fe. Demostrará ser un verdadero cristiano cuando este deseo empiece a crecer, tenga el hombre una relación cercana con Dios y pueda hacer lo que mande por su propio deseo, por su fe y creencias, no para conseguir la Ciudad de Dios porque el que más la busque se alejará mas y el que siga a Dios con el corazón y por fe demostrará por medio de sus obras que verdaderamente es un cristiano. Es decir sigues a Dios por fe y por amor, eso hace que nazca el deseo para ser obediente y seguir las ordenanzas de Dios y la consecuencia de seguir lo correcto es ser justo y ser un buen hombre así se demostrará si es un verdadero cristiano o no.
Este libro de San Agustín fue para mí muy interesante porque nos muestra otra forma de ver a La Gran Ciudad de Roma, normalmente la imaginamos Intocable, con una enorme Fortaleza, Eterna y muchas cosas más que nos vienen a la mente, pero San Agustín nos muestra todo lo que paso con La Ciudad de Dios, cómo fue saqueada, derrotada, incendiada y varios de sus edificios destruidos.
ResponderEliminarEs poco común encontrar quien te pueda hablar de la derrota y destrucción, es más fácil escuchar las victorias y todo los logros que dentro de una ciudad puede acontecer, y en la mayoría de las personas es más fácil tener en la memoria el titulo con que siempre la recuera uno que es el de la Ciudad Eterna.
En La ciudad de Dios San Agustín atribuye el acontecer histórico a los designios de Dios. Dos ciudades son los símbolos de la sociedad: Jerusalén y Roma. “Sabemos que hay una ciudad de Dios, cuyos ciudadanos deseamos ser con aquella ansia y amor que nos inspiró su divino Autor. Al Autor y Fundador de esta Ciudad Santa quieren anteponer sus dioses los ciudadanos de la Ciudad terrena, sin advertir que es Dios de los dioses, no de los dioses falsos”.
En la primera, que es Jerusalén según San Agustín, viven los que son de aspiraciones espirituales, los cristianos respetuosos de Dios y sus leyes y mandamientos. En la segunda, que es Roma, viven los que se entregan a los goces paganos, a la adoración de muchos dioses, y a la debilidad de la carne. Estas dos ciudades conviven en la misma época pero solo la ciudad de Dios obtendrá el triunfo. La ciudad de Dios fue escrita por San Agustín en el tiempo en que Roma caía en manos de Alarico y el imperio romano se desmoronaba. San Agustín se inspira en el Apocalipsis para escribir esta obra en la que se propone polemizar sobre el panteísmo.
Pero algo muy importante que nos muestra San Agustín es que varios de su enemigos de la ciudad no fueron sólo extraños, ni extranjeros, sino que varios eran nobilísimos senadores y ciudadanos romanos
Para San Agustín, en su ciudad de Dios, el ser humano tiene libre arbitrio. Dios le ha dado libertad, pero siempre hace algo malo, lo que expone como beneficio y amor propio, se ama a sí mismo en vez de a Dios. Habla de la verdad como algo a lo que debe otorgársele gran valor y a la que no se llega solo mediante la razón , y es ahí cuando explica su idea de los límites de la racionalidad, porque según él, esta no es suficiente para alcanzar la verdad, sino que también se necesita de la revelación para llegar a ella. La avaricia del ser humano y su ansia de poder es lo que hace que el filósofo adopte una visión pesimista hacia ellos y afirma que los seres humanos solos, sin Dios, se pueden categorizar como una banda de ladrones. Todo producto de la razón estará teñido por la maldad del hombre. También se puede extraer la división de los dos tipos de amor que plantea San Agustín. Primero; el amor propio, es el amor egoísta que contiene solo el interés individual y que, según el autor, con esto no hay comunidad posible porque reinará la injusticia. Y segundo; el amor a Dios, presente en la ciudad ideal, la ciudad perfecta, la ciudad de Dios; y propone el verdadero juicio final y eterno, con auténtica justicia, ya que existiría el interés común, y directamente si hay posibilidad de comunidad. La comunión de finos puede ser una expresión de amor propio. No se basa en nada común, sino en la semejanza del sabor propio.
ResponderEliminar¨La ciudad terrena; en su afán de ser dueña del mundo, y, aun cuando los pueblo se le rinden, ella misma será esclava de su propia ambición de dominio.¨
ResponderEliminarEn su ¨Cuidad de Dios¨ San Agustín se encargara de desarrollar con mucho atino la evidente relación que existe entre ambas ciudades. Expone a la ciudad terrenal y más específicamente al ser humano, a causa del arbitrio otorgado por el mismo Dios como unos seres malvados por naturaleza, categorizándolos textualmente como una banda de ladrones. Para San Agustín, en efecto Dios le ha otorgado al ser humano libertad de acción pero siempre hace algo malo lo que llama beneficio o amor propio, es decir se aman sí mismos en lugar de a Dios; de modo tal que se pone de manifiesto la avaricia y la eminente ansia de poder del hombre, mostrando de esta forma una visión totalmente pesimista de los seres humanos. Afirma, entonces, que de esta ciudad terrena surgen los enemigos contra quienes hay que defender la ciudad de Dios, ya que los hombres son animales racionales y todo producto de la razón eventualmente estará teñido por la maldad original del ser humano. De igual manera define al hombre como ser racional pero también afirma que también existen unos límites de racionalidad de modo que, se otorga gran valor a la verdad pero no se puede llegar a ella solo mediante la razón, sino también mediante la revelación. Concluyendo que no basta con la razón para llegar a la verdad. A partir de esto San Agustín plantea la división de tipos de amor. El primero que es el amor propio, que es egoísta, contiene solo el interés individual y en el que afirma que no hay comunidad posible porque estará tildado por la injusticia, y en segundo lugar el amor a Dios, amor que se encuentra en la ciudad de de Dios, y propone un verdadero juicio final y eterno con autentica justicia, donde existiría el interés común y donde directamente si hay posibilidad de comunidad, de modo que del texto se puede concluir, que aunque ambas son ciudades en estados totalmente diferentes se observa una analogía y una relación intrínseca en la cual no necesariamente una depende la otra pero ambas existen por la existencia de la otra.
San Agustín de Hipona
ResponderEliminarLa Ciudad de Dios
En el texto “La ciudad de Dios”, San Agustín de Hipona entre las varias propuestas que presenta a lo largo del texto que estudiamos, tres captaron mi atención más que las demás.
Primero la existencia de las dos ciudades que plantea San Agustín, la ciudad de Dios y la ciudad terrena, las cuales establecen una oposición absoluta entre ellas. La ciudad terrena se presenta como una ciudad llena de injusticia, que sólo busca el amor propio, el interés individual, en la cual existe el libre albedrío aunque muchas veces sea utilizado para actuar mal, existe el pecado y la búsqueda de poder, las personas son orgullosas y por ello serán condenadas hacia el mal, “De esta ciudad terrena surgen los enemigos contra quienes hay que defender la ciudad de Dios” (Libro 1, Capítulo 1). En cambio la ciudad de Dios plantea una visión totalmente diferente, esta ciudad se caracteriza por la existencia de la verdadera justicia, el amor a Dios, la búsqueda del interés común, las personas son humildes. En esta idea de las dos ciudades se observa una gran influencia de Platón, a mi parecer es la misma del mundo sensible y el mundo inteligible pero con el agregado religioso.
El segundo punto que capto mi atención es de lo que se puede decir los verdaderos cristianos, como aunque hay personas que realizan esta peregrinación y “cumplen” los requerimientos para estar en esta no lo hacen con verdadera fe ni son verdaderos cristianos. “Del mismo modo sucede que la ciudad de Dios tiene, entre los miembros que la integran mientras dura su peregrinación en el mundo, algunos que están ligados a ella por la participación en sus misterios, y, sin embargo, no participarán con ella la herencia eterna de los santos” (Libro I, Capítulo XXXV), en esta cita San Agustín está planteando la diferencia entre las personas que realizan la peregrinación con absoluta fe y los que tienen otros motivos. Y esta diferencia sólo podrá ser distinguida por Dios, ya que, entre las personas que realizan la peregrinación es bastante imposible distinguir quienes son los verdades miembros de la Ciudad de Dios y la Ciudad Terrena, porque en el texto también plantea la posibilidad de que aunque una persona parezco no vivir según la palabra de Dios o no conocerla, es posible que esa persona la este siguiendo y este realizando la peregrinación con fe absoluta. En este punto me parece que continua la misma diferenciación del verdadero cristiano que establece San Pablo en la Epístola a los Romanos
El tercer punto que me pareció interesante es la Teoría de los amores últimos e intermedios que plantea San Agustín, él establece que entre los amores últimos se considera al amor propio, el cual sólo busca el beneficio personal y no toma en cuenta a Dios; y el amor a Dios, el cual acepta totalmente la palabra divina y busca el interés común. Estos amores últimos los veo como una de las diferencias principales entre las ciudades. Por otro lado, San Agustín, considera que debe existir unos amores intermedios, los cuales describe como aquellos que son irrefutables para tanto el amor propio como el amor a Dios, un ejemplo de amor intermedio es el amor a vida, que a pesar de interés persiga (propio o común) va a ser respetado por ambos.
En el texto “La Ciudad de Dios” de San Agustín, se habla de dos ciudades, la Ciudad de Dios y la Ciudad Terrena, dándose así en la primera ciudad el amor a Dios y en la segunda el amor propio. Entre estas dos ciudades se establecen ciertas diferencias como lo son que en la ciudad de Dios hay justicia y salvación, mientras que la segunda ciudad está llena de injusticias y no es posible alcanzar la salvación.
ResponderEliminarEl hombre que realmente sea cristiano de corazón y ame a Dios de verdad, es aquel en dónde se dará la Ciudad de Dios. Aquellos que sólo sean cristianos por conveniencia, es decir, únicamente con el fin de que se dé en ellos la Ciudad de Dios, no se les dará.
Los romanos decían ser cristianos y se preguntaban por qué si ellos estaban “facilitando la ciudad de Dios” les pasaban cosas malas. Pensaban que eran los paganos que los estaban castigando. Estos no alcanzarán la ciudad de Dios, ya que, hay que ser cristianos de alma.
La Ciudad Terrena es parte del peregrinaje a la Ciudad de Dios. En la ciudad Terrena el hombre debe atravesar y superar las tentaciones y no cometer el pecado para lograr llegar a la Ciudad de Dios. Pero sólo es Dios el que sabe quién es cristiano de corazón, ya que, el hombre no tiene esta sabiduría.
La ciudad Terrena y la Ciudad de Dios están entrelazadas en esta vida peregrina, ya que, dentro de aquellos que se oponen a Dios hay hombres que han sido bautizados y sellados en nombre de la fe cristiana. También dentro de este grupo habrá hombres predestinados a compartir ese amor a Dios, sin tener conciencia de ello. Por otro lado existirán hombres que participan en la peregrinación y luego no formarán parte de la ciudad de Dios, ya que, sólo Dios sabrá quienes formarán parte de ella y esto sólo se determina en el juicio final.
Como se mencionó anteriormente en estas Ciudades hay dos amores últimos, el amor a Dios y el amor propio, sin embargo, existen aquellos llamados amores intermedios, que son amores que poseen tanto los que aman a Dios como los que se aman a sí mismos. Estos amores intermedios fueron creados para que los hombres que tengan estos dos amores puedan convivir juntos en la misma comunidad. Esta es una de las razones por la que la Ciudad de Dios y la Ciudad Terrena están unidas. Un ejemplo de este amor intermedio es el amor a la vida.
San Agustín en Ciudad de Dios, nos relata la existencia de dos ciudades, que representan diferentes sociedades, tales ciudades son nombradas de diferentes maneras como “la ciudad de los santos y la de los injustos; del orgullo y de la humildad; de los piadosos y los no piadosos; de los elegidos y de los condenados”. Basándonos en las “actitudes” (veremos más adelante este concepto de “actitudes”) que son tomadas por cada persona, San Agustín nos decía que los que actuaban de mala manera recibirán su castigo y los que actuaban de buena manera recibirán todo lo bueno de Dios. Una de las mayores dudas en las personas es saber en cuál de las Ciudades se encuentra, pero solo la Fe le dará respuesta a cada persona para saber cuál es su papel en la tierra y a cual ciudad pertenece.
ResponderEliminarParece que en el texto de San Agustín se refiere a la “actitud” como una especie de amor, que lo clasificara en dos tipos de amores: El amor a Dios y el amor a sí mismo. Veamos, “el amor a Dios” decimos que es lo máximo que se puede alcanzar, y con él logras entrar a la ciudad de Dios; Por otro lado “el amor a sí mismo, en la ciudad terrenal es malo porque nos incita a actos de injusticia o mal vistos por Dios. Aparte de rendirse ante un “amor a Dios” san Agustín nos dice que Dios nos pone a prueba en la ciudad terrenal, durante nuestro periodo de vida, con el fin de demostrar nuestra fe o nuestra “voluntad”, como señala en su textos, y según San Agustín existen dos tipos de voluntad: “La voluntad de Dios” y “la voluntad del hombre” o también llamada “libre albedrío”, para San Agustín alcanzar la felicidad implicaría que tendríamos que vivir según la “voluntad de dios”, por el contrario si tomamos la decisión de vivir bajo nuestra propia voluntad (libre albedrio), seriamos personas egoístas e imposible de vivir en sociedad ya que cada quien miraría para su propio beneficio. En conclusión San Agustín fue una persona sumamente religiosa y creyente de Dios que podía resolver cualquier problemática social bajo las enseñanzas de su mesías .
La idea de San Agustin figuran en la conciencia moderna y se ubica en la antiguedad tardia, su perspicacia, reflexiones, sus interpretaciones de los tesxtos biblicos y el desarrollo de los fundamentos de la teologia de inspiracion cristiana, su voluntad humana y la libertad dejando una gran huella profunda en lo que podrian llamarse la concepción del mundo, sus escritos son argumentos de toda clase, La ciudad de Dios es una en ella influye argumentos tanto filosofico como tecnologico y religiones, gran parte de su obra esta compuesta, en forma de polemicas por eso es dificil elaborar un escrito del pensamiento politico de Agustin, en vista de estas consideraciones, solo se expone La Ciudad de Dios, la cual se elaboro durante 14 años entre el 413 y el 42, en ella Agustin se propuso "Convencer a los soberbios del gran poder de la humanidad".
ResponderEliminarLa vida de Agustin transcurre durante las culturas paganas y cristianas, Agustin nace en el pequeño pueblo de Tagaste ubicado ene el norte de africa, en la que hoy es Algeria, de padre pagano y madre cristiana, ella conocida como Santa Monica, el recibe la mas sofisticada educación, se convence que solo se llega a la sabiduria atraves de la fe, por otra parte el Neoplatonismo de Plotino y otros, tuvo mucha influencia en su formación intelectual y espiritual.
Ya que le permitió reconocer de la influencia de San Ambrosio, que el cristianismo era "Filosoficamente respetable" al descubrir por ejemplo que el evangelio según San Juan y las epistolas de San Pablo tenian una fuerte importancia platonica y el mismo se encargó de hacer manifiesto, lo cual provocaria fuerte contradicciones filosoficas y la aceptación de la fe cristiana.
Tal vez Agustin habia estado de acuerdo con la sentencia de Nietzsche, que dice que "Que el cristianismo no es un platonismo para el pueblo".
La obra Ciudad de Dios va más alla de sus preocupaciones, Agustin desarrolla una interpretación Teologica de la historia. "Toda estructura politica no es ni santa ni deabolica, sino como toda obra humana su valor defiende la fe; El fin principal de las instituciones políticas ene el establecimiento de la paz en la tierra, por los miembros de la Ciudad de Dios, en el enfasis de lo politico de establecer la paz, esta ligado a la concepción pesimista de la condicción humana.
SAN AGUSTIN DE HIPONA
ResponderEliminarSan Agustín de Hipona (354-430), es el más grande de los Padres de la Iglesia y uno de los más eminentes doctores de la Iglesia occidental, nació en el año 354 en Tagaste (Argelia actual). San Agustín tiene un pensamiento teológico.
La ciudad de Dios es la principal obra de San Agustín. Fue escrita entre los años 413 y 426 para refutar la opinión de que la caída de Roma en poder de los godos de Alarico había sido causada por la aceptación del cristianismo y por el abandono de los dioses del Imperio, que en castigo habían dejado a Roma desamparada en manos de los bárbaros. Agustín se enfrenta a esta opinión en los cinco primeros libros de los 22 que tiene la obra, mostrando que Roma había caído por su egoísmo y por su inmoralidad. Agustín demuestra que ni el politeísmo popular ni la filosofía antigua fueron capaces de preservar el Imperio y dar eudaumonia a sus habitantes.
El cristianismo de San Agustín se crea a través de dos influencias:
-Platón
-Maniqueísmo
La verdad para San Agustín se hace disponible a todos a través de las sagradas escrituras, dice que los platónicos casi tienen razón pero difiere en que la verdad para nosotros si es accesible pero mediante un camino diferente que es ser favorecido por la gracia divina. San Agustín va a tratar comprender que es la providencia y lo explica a través de la ciudad de Dios.
La Ciudad de dios, es lo que dios propone para los seres humanos. Agustín también hace referencia al sumo del bien y sumo del mal y así mismo se preguntaba que opinaban los cristianos de ellos el responde que la vida eterna (el paraíso) es el sumo bien y que la muerte eterna (el infierno) es el sumo mal, y que para librarse del infierno y conseguir el paraíso es necesario vivir bien. De esta manera existían dos tipos de ciudades con características totalmente distintas como lo son:
CIUDAD DIVINA VS CIUDAD TERRENAL
-Ciudad terrenal:
-Donde vivimos
-Presencia de injusticia
-Orgullo
-Gozo
-Se dirige al mal
-Infierno
-Amor propio
-Orden de dominación
-Política
-Ciudad de dios (divina):
-Justicia
-Humildad
-Elegidos
-Se dirige al bien
-Paraíso
-Amor a dios
-Orden justo de amor
-No política
San Agustín le da una respetabilidad filosófica al cristianismo, muestra que en el evangelio según San Juan y en las epístolas existe una impronta platónica. Platon es para San Agustín la principal figura filosófica para el cristianismo.
ResponderEliminarLa verdad para San Agustin se hace disponible a todos a través de las sagradas escrituras, considera que los platónicos casi tienen razón, difiere en que la verdad para nosotros si es accesible pero mediante un camino diferente que es favorecido por a gracia divina.
San Agustín crea la primera síntesis entre el platonismo y el cristianismo (combinación entre la teología cristina y la filosofía griega). San Agustín intentara comprender cual es la manifestación en la historia humana de la providencia (idea de dios), esto lo explica mediante la ciudad de dios, que no es mas que lo que dios propone para los seres humanos, es la primera figura en descifrar el plan divino de historia humana. Caracteriza las diferencias entre la ciudad terrenal y la cuidad de dios:
Ciudad Terrenal: Se caracteriza por la presencia de injusticia, orgullo, política y va dirigida al mal.
Ciudad de dios: Se caracteriza por la justicia, humildad, la no política, el amor a dios y va dirigida al bien.
San Agustín trata de explicar la accesibilidad de la verdad mediante las sagradas escrituras y las practica del cristianismo.
San Agustín de Hipona Nace el 13 de noviembre de 354 y muere el 28 de agosto de 430. Fue uno de los padres de la iglesia latina.
ResponderEliminarSan Agustín es un filósofo cuyo pensamiento va dirigido mas hacia lo teológico, a mi parecer rompe con los esquemas ya que, es uno de los primeros en requerir el uso de una divinidad (en este caso Dios) para poder explicar su modo de pensar.
San Agustín de Hipona se basa en una de las figuras de bastante importancia en la historia de la filosofía, el cual es Platón.
San Agustín propone que la verdad es accesible para cualquier individuo por medio de las Sagradas Escrituras, Para el, las personas de ideología platónica están muy cerca de la razón, pero difiere en que el encuentro de la verdad es posible pero por otros medios, un camino diferente, y dicho camino esta favorecido por la gracias divina.
San Agustín de Hipona intenta comprender la lo que seria la providencia, y lo explica a través de la ciudad de Dios.
La ciudad de Dios es lo que Dios nos propone a nosotros los seres humanos.
Para San Agustín existen dos tipos de ciudades, las cuales son, la Ciudad terrenal (que seria en la que vivimos) y la Ciudad de Dios (que seria La ciudad Divina).
La ciudad terrenal se caracteriza por haber la presencia de injusticia, orgullo, gozo, tiende a haber el mal, se consideraría como el infierno, solo existe el amor propio, hay orden de dominación y se rige por una política. La ciudad terrenal es considerada como el infierno a pesar de que es la misma ciudad donde vivimos, ya que no existe el infierno, simplemente si cometiste un delito no iras a la Ciudad de Dios, simplemente sigues permaneciendo en la ciudad terrenal que es imperfecta.
La Ciudad de Dios se caracteriza por ser justa, humilde, todas las intenciones en ella giran en torno al bien, es considerada como el paraíso donde reina el amor de Dios y no el propio, Hay in orden justo de amo, y en esta ciudad no hace falta una política ya que es perfecta y no necesita de unos parámetros que la controlen. A la Ciudad de Dios solo entran los elegidos, los que merecen entrar realmente a ella, ya que han seguido una buena vida en la ciudad terrenal. La Ciudad de Dios es perfecta.
San Agustín de Hipona, vine de una familia cristiana, donde su madre era cristiana Santa Mónica y su padre era Pagano, a pesar de esto vive en concubinato por 15 años y abandona a su mujer y a su hijo, el cual muere, su conversión al cristianismo fue en el año 387, dicha conversión se da finalmente cuando San Agustín de Hipona lee un pasaje, escogido al azar de la Epístola a los Romanos de San Pablo, esta lectura es lo que finalmente lo lleva a derribar las barreras que impuso, entregándose a Dios por medio de la fe. Lo que impulsa a San Agustín de Hipona a escribir la Ciudad de Dios es el saqueo que ocurrió en Roma.
ResponderEliminarEn el texto la ciudad de Dios Se destaca que la racionalidad tiene límites, además plantea una visión pesimista de los seres humanos ya que los seres humanos sin Dios son seres malvados y por este motivo necesitan de la revelación de la gracia de Dios como una guía para vivir y ser buenos, la revelación de Dios forma un papel fundamental a lo largo del texto ya que San Agustín ve en la revelación de cristo la verdad, no se llega a la verdad solo por la razón sino que se necesita de las leyes de Dios, junto con la revelación de la gracias de Dios de las escrituras, además San Agustín plantea que el ser humano es un animal religioso, porque es una creación de El, es un animal que esta ligado a dios, por lo tanto al ser criatura de Dios depende de su gracia.
El texto también plantea que los seres humanos sino tienen voluntad no puedes amar a Dios, es decir se necesita la volitad para poder amar a Dios, los seres humanos tienen la posibilidad de seguir su propia voluntad, pero estos deciden amarse así mismos, Cupiditas( Amor propio) y esto da paso a la teoría de los amores últimos, los cuales se encuentran en la ciudad terrena, en donde encontramos injusticias, orgullo, infierno, orden de dominio, etc. aquí encontraremos todo la maldad, pero también se encuentra la ciudad de Dios en la cual encontramos, carita (Amor a Dios), Justicia, salvación, justificación, orden de amor, Espíritu y adonde van los peregrinos.
La peregrinación se da en la ciudad terrena son los fieles que cumplen las leyes de Dios pero aun así no todos los peregrinos participan de la ciudad de Dios, esto ocurre ya que algunos peregrinos no realizan la peregrinación de corazón sino de apariencia, y solo con el fin de que realizando buenas acciones conseguirán la salvación, pero Dios al final, tomara en cuanta los actos y sus verdaderas intenciones si los realizaron solo por interés o de corazón.
San Agustín le da una respetabilidad al cristianismo, pero incorpora una matriz platónica, el plantea que el cristianismo esta relacionado con el platonismo solo que el cristianismo supera al platonismo, indica que se puede llegar a esa verdad absoluta que tiene la misma fuerza igual a la que planteaba platón y se llegaba por medio de las escrituras del evangelio.
SAN AGUSTIN
ResponderEliminarSan Agustín va a ser el primer gran filosofo y pensador cristiano, se le reconoce principalmente por la unión que hace entre el pensamiento de Platón y el cristianismo, que va a tener un gran impacto en el porvenir del cristianismo y abrirá nuevos horizontes en la filosofía a principios de la edad media.
El texto más importante de San Agustín es la ciudad de Dios (De civitate Dei contra paganos) quizás este libro fue impulsado por la situación en la cual vivió San Agustín que nació en el norte de África debido a la caída del imperio romano y por las críticas de los paganos que consideraban que el saqueo a Roma fue un castigo divino, San Agustín niega que esto sea cierto ya que Dios es el que salvará a gran cantidad de personas incluso esto siendo paganos.
Para San Agustín existen 2 sociedades la ciudad de dios y la ciudad terrena, la ciudad de Dios es divina y perfecta la cual representa el bien, a Dios y todo lo sagrado, la ciudad de dios está representada en la tierra por la iglesia la cual se encarga de emitir la palabra del señor, esta ciudad pasa inadvertida por los paganos.
La ciudad terrena es donde habitan los hombres, la sociedad imperfecta, sobre ella actúan 2 poderes, el civil y el eclesiástico, San Agustín considera que el eclesiástico (representación de la ciudad divina en la tierra) es más perfecto, porque el fin último de esta es salvar las almas pecadoras. La ciudad terrena posee una ley distinta a la ley eterna que es la ley natural, y también existe la ley temporal que delimita lo permitido y lo castigable impuesta por el estado civil.
El estado en la sociedad civil no se puede entender como el mal, solo por ser imperfecto, al contrario es una solución para controlar lo malvado que puede llegar a ser el hombre ya que este dictando leyes reprime las conductas malas brindando orden y estabilidad a la sociedad.
La ciudad divina se encuentra en constante conflicto con la ciudad terrena y viceversa, pero es necesaria ya que gracias a esta el hombre puede entender sus pecados y librarse de ellos ( siempre y cuando sea buen cristiano) y poder abrazar a dios.
Braian Restrepo
La Ciudad de Dios fue comenzada originalmente como respuesta a los paganos que atribuían el Saqueo de Roma por los godos en el 410, al abandono de los dioses antiguos. Pero al hacerse, su alcance fue mucho mayor siendo una obra de gran influencia en la Edad Media.
ResponderEliminarHabla de la perversidad de Roma. En contra de la astrología. Considera a Platón muy superior a todos los demás filósofos, los platónicos son los mejores en lògica y ética y los próximos al cristianismo. Sobre ángeles y demonios. Sobre la lujuria. En contra del tormento Judicial. Combate a los que creen que todas las cosas son dudosas. Habla de dos resurrecciones: la del alma en la muerte y la del cuerpo en el Juicio Final.
El mundo ha estado dividido en dos ciudades: La Ciudad de Dios y la Ciudad del demonio. La Ciudad de Dios es la sociedad de los elegidos. El conocimiento de Dios se obtiene sólo por medio de Cristo.
La verdadera importancia de la obra es la influencia que ejerció sobre la separación de la Iglesia y el Estado. Con la implicación de que el estado sólo podía formar parte de la Ciudad de Dios, estando sometido a la Iglesia en todos los asuntos religiosos. Durante toda la Edad Media ofreció la justificación teórica para someter al los relativamente débiles emperadores y monarcas a la Iglesia, el creciente poder papal y durante el conflicto entre el Emperador y el Papa.
La ciudad de Dios es la principal obra de San Agustín. Fue escrita entre los años 413 y 426 para refutar la opinión de que la caída de Roma en poder de los godos de Alarico (año 410) había sido causada por la aceptación del cristianismo y por el abandono de los dioses del Imperio, que en castigo habían dejado a Roma desamparada en manos de los bárbaros. Agustín se enfrenta a esta opinión en los cinco primeros libros de los 22 que tiene la obra, mostrando que Roma había caído por su egoísmo y por su inmoralidad. Además, en los cinco libros siguientes, Agustín demuestra que ni el politeísmo popular ni la filosofía antigua fueron capaces de preservar el Imperio y dar la felicidad a sus habitantes.
ResponderEliminarLos otros doce libros están dedicados a presentar el nacimiento, desarrollo y culminación del enfrentamiento entre las dos ciudades, la terrena y la celestial, encarnada ésta en la Iglesia de Cristo. Así, los libros XI-XIV muestran cómo nacen las dos ciudades, los libros XV-XVIII presentan su desarrollo en este mundo, el libro XIX expone la finalidad de las dos ciudades y los libros XX-XXII están dedicados a su culminación tras el juicio final.
Muchos pensaron que Agustín había planeado el establecimiento de un Reino de Dios en la tierra, como una renovación cristiana del antiguo Imperio romano. pero su idea era diferente e, el pensaba en dos tipos de hombres y dos tipos de sociedades a donde se dirigirían despues del juicio, final, el cielo y el infierno.
Agustín de Hipona o San Agustín
ResponderEliminarEs junto con Jerónimo de Estridón, Gregorio Magno y Ambrosio de Milán, uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina. San Agustín estaba dotado de una gran imaginación y de una extraordinaria inteligencia. Se destacó en el estudio de las letras. Mostró un gran interés hacia la literatura, especialmente la griega clásica y poseía gran elocuencia.
El libro de la ciudad de Dios, nos presenta un contraposición entre la cuidad de dios y la cuidad terrenal, Ciudad de dios= lo que dios propone para los seres humanos. En las cuales nos presentan:
-Ciudad terrenal: Donde vivimos, presencia de injusticia, orgullo, gozo, se dirige al mal, infierno, amor propio, orden de dominación, política.
-Ciudad de dios (divina): Justicia, humildad, elegidos, se dirige al bien, paraíso, amor a dios, orden justo de amor, no política.
Para San Agustín de Hipona, la verdad se hace disponible a todos a través de las sagradas escrituras, afirma que los platónicos casi tienen razón pero no está de acuerdo en que la verdad para nosotros si es accesible, en cambio mediante un camino diferente que es ser favorecido por la gracia divina se puede obtener la verdad.
El conocimiento es verdadero siempre que sus ideas sean similares a las ideas divinas confiadas en nosotros por Dios. Al conocer de ellas conocemos la realidad objetiva.
Las dos ciudades antes mencionadas se encuentran mezcladas y confundidas en la vida terrestre, hasta que sean separadas por el juicio final, esto lo afirma San Agustín en su libro.
Agustín de Hipona es un gigante de la historia del pensamiento, la vida de este autor transcurre durante los comienzos de un periodo histórico comúnmente llamado “antigüedad tardía”. Al estudiar su obra “La Ciudad de Dios”, en esencial estudiamos lo político, ya que para el, es evidente que lo político no es un espacio de redención, ni de liberación, sino mas bien de control y pacificación. Además, muchas de sus ideas prefiguran aspectos centrales de la conciencia moderna. La filosofía, la teología y la religión para Agustín no pueden entenderse de manera discreta, sino que están íntimamente imbrincada unas con otras, por lo tanto, sus escritos combinan argumentos y consideraciones de todas ellas.
ResponderEliminarPara adentrar en el tema es necesario resaltar que en su obra Agustín, explica la diferencia de nuestra vida terrenal, la cual es una vida peregrina, pasajera en la que Dios nos pone a prueba a cada uno a través de la divina providencia, para ver si somos dignos de llegar a la Ciudad de Dios. “La providencia es quien pone a prueba la rectitud y la vida honrada de los mortales con estos dolores para, una vez probada, pasar a vida mejor, o bien retenerla en esta tierra con otros fines”... (pp.289)
Agustín dice que los placeres y riquezas son utilizados incorrectamente y es una de las causas por las cuales nos alejamos de la vida eterna y de la voluntad de Dios, para entender mas este asunto es necesario saber porque esto sucede así:
“… anheláis tener paz y estar sobrado de toda clase de recursos, pero no es para hacer uso de ellos con honradez, es decir, con moderación y sobriedad, con templanza y según las exigencias de la religión, sino para procurarnos la mas infinita gama de placeres con despilfarros insensatos, y en tal prosperidad dar origen en vuestra conducta a unas depravaciones peores que la crueldad de los enemigos…” (pp.290)
Debido a esto podemos ver que nuestras voluntades mismas pertenecen a ese orden de causas, conocido de antemano por Dios en un determinado orden, puesto que la voluntad del hombre es la causa de sus actos. Sabemos también que la voluntad viene dada por Dios y debido al amor verdadero, y propio del ser humano podemos explicar que estas voluntades del ser humano no son verdaderas. Por lo tanto el ser humano vive el combate del interior entre el espíritu y la carne, alejándose de esta Ciudad de Dios y de las aspiraciones espirituales ya que no cumplen con su propia voluntad. Debido a esto podemos notar la fe en las personas que viven en estas ciudades y se puede observar que muchas de ellas no viven de la fe, ni del espíritu divino, sino que viven de las pasiones de lo materias alejándose así de la ciudad perfecta.
San Agustín de Hipona
ResponderEliminarCiudad de dios
¿Qué es la ciudad de dios?
La ciudad de Dios es una apología que confronta la ciudad celestial con la de los paganos, San Agustín lo hacía con la finalidad de encontrar la verdad, la cual era el primer paso para llegar a Dios y el alma.
En esta escritura de San Agustín podemos destacar variadas comprensiones o perspectivas de distintos ámbitos, uno de estos ámbitos, y el más importante, (ya que, San Agustín hace este libro en relación a este tema) es el razonamiento filosófico1 San Agustín señala que está la existencia de dos ciudades, la Celestial y la ciudad pagana, en donde San Agustín intenta mostrar de alguna forma el llamado “problema del mal”2. Según los estoicos el bien y el mal no tenían una fuerte separación, si no que estaban unidos por una línea muy delgada, cuestión que intereso a San Agustín, y lo ayudo en su relato llamado “la ciudad de Dios”, además que se guío en gran parte por la Biblia, ya que esta señala que habrán personas que se salvarán, y otras que sus almas se perderán en lo infinito.
También como toda definición filosófica, La ciudad de Dios de San Agustín está influenciada por un filósofo, en este caso Platón – Es aquí en donde San Agustín dice que los filósofos son personas relacionadas con el cristianismo, es decir creyentes y profesantes de él, aunque realmente sea un hecho extraño, ya que estos filósofos existieron muchísimos años antes de la existencia de Cristo - , el cual influyo en el pensamiento agustiniano diciendo que “Toda existencia tiene una naturaleza divina”.
Capitulo 1
Habla de la ciudad terrena de cómo los paganos, le proporcionaban la culpa al cristianismo por no haber detenido la matanza a personas romanas, por parte de los barbaros. A pesar de que los barbaros le perdonaban la vida a todo aquel que digiera llamarse cristiano, o que se refugiasen en un templo cristiano. Pero los mismos paganos hacían caso omiso a estas discusiones ya que ellos le atribuían la vida no a la providencia (como menciona San Agustín) si no al destino.
Diferente de cómo lo veían las familias cristianas, que manifestaban de que la providencia los ponía a prueba, cada vez que resultaba algo malo para ellos, debido a que decían que la providencia lo hacía para saber si eran dignos o merecedores de los meritos alcanzados. O como castigo por pecados cometidos.
Libro IV
Capítulo III
En este capítulo san Agustín, explica la diferencia entre el hombre rico y el pobre refiriéndose que el hombre rico, a pesar, de su vasta riqueza nunca se satisface y siempre va en busca de más y más a pesar de que ya tiene demasiado, aunque esto le ataña más problemas y preocupaciones. Volviéndose ambicioso y avaro persona. No podría ir por la calle sin dejar de pensar en sus preocupaciones pero siempre demostrando estar una altura más que los demás por el hecho de tener más riqueza pero menos amigos .En cambio el pobre o de mediana posición, vive feliz y contento pues disfruta lo poco que tiene y lo aprovecha al máximo, todos lo quieren, se lleva bien con sus parientes, vecinos y amigos. Inmediatamente San Agustín los pone como gobernadores de una ciudad, y es de este análisis donde saca el gobernador tirano y el gobernante justo, incluso los pone como ejemplo de señor – esclavo.
Para San Agustín el hombre está compuesto por dos sustancias, alma y cuer¬po. El cuerpo está formado por los cuatro elementos; y el alma, principio vi¬tal del hombre y de los animales, está dotada de memoria, apetito y facultad cognoscitiva. Respecto al origen del alma duda entre un creacionismo y un ge¬neracionismo o traducianismo.
ResponderEliminarEl hombre tiende por naturaleza a le felicidad, que consistirá en la unión íntima con Dios: ascenso a Dios desde la intimidad humana. Para conseguirlo es necesario el esfuerzo humano y la ayuda de Dios, la razón y 1a fe: ambas se ne¬cesitan mutuamente. La ayuda de Dios se efectúa por medio de la fe, que purifica la mente, y de la iluminación, que permite ver e Dios (Dios es el sol que ilumi¬na la inteligencia para que esta pueda ver las verdades eternas que están en el interior). El esfuerzo humano 1o realiza el hombre con sus potencias más nobles: la voluntad (amor a Dios, que es el Bien sumo) y la inteligencia (poseyendo por la iluminaci6n la suma Verdad, que es también Dios).
San Agustín estudia a Dios demostrando su existencia y estableciendo sus atributos, su esencia. Demuestra su existencia por las cosas exteriores (su or¬den, belleza, bondad y contingencia se deben a Dios) y por le mente interior humana: las verdades universales y necesarias no se deben al entendimiento huma¬no que no es necesario ni universal, sino a la Verdad Suma, a Dios. Los atribu¬tos divinos son: ser sumo, inmutable, infinito, único y perfecto.
El mundo sensible es creado por Dios de la nada, conforme a las ideas inmu¬tables y eternas que previamente existían en la mente del Creador (ejemplarismo). Y junto con el mundo aparece el tiempo: el tiempo aparece con la creación.
Para San Agustín la historia tiene un destino marcado por Dios. Así, distin¬guirá entre la ciudad terrena, fundada sobre el amor egoísta, y la ciudad eter¬na, fundada sobre la caridad cristiana. Toda la historia es una lucha entre estas dos ciudades o amores y concluirá con el triunfo de la ciudad de Dios.
Para San Agustín la felicidad y el objetivo último del comportamiento humano es la sabiduría que se encuentra en las profundidades de uno mismo, que nos muestra a Dios y que se revela a través de la conciencia. San Agustín realiza la búsqueda de Dios desde la racionalidad, después de haber pasado por el maniqueísmo y de haber vivido una vida, esclavo de sus deseos. Platón fue su inspiración; y su Dios, porque las palabras de personas célebres fueron las que influyeron en su vida.
ResponderEliminarAgustín buscaba la fe a través de la razón y Cristo era el objetivo de su búsqueda. Estaba obsesionado por el origen del mal. Se preguntaba cómo Dios, que era toda bondad, permitía la existencia en el mundo del mal.
La filosofía se manifiesta para San Agustín como el camino para la búsqueda existencial, la vía del conocimiento y la realización personal a partir de la exploración interior. Agustín rescata que el mal, al ser ausencia de bien no tiene sustancia y es nada, no es porque si tuviera sustancia sería bueno. Se dedicó así al ocio creador, llevando una vida austera, alternada con meditación, conversación estimulante, lectura de la Biblia y una intensa actividad literaria.
Con respecto al mal, que se menciona al final del punto anterior, éste no existe como tal, sino más bien como ausencia del bien. El mal, para Agustín, es visto como una ausencia de ser pero que recibe un nombre para poder identificarlo mejor. Un hombre puede ser totalmente ignorante, pero si sigue la palabra de Dios y las ordenes que le puedan dar los líderes políticos de su ciudad para encaminarlo hacia el camino de Dios, no haría ningún mal.
No hay una distinción clara entre razón y fe en la obra de San Agustín, lo que marcará el discurrir de todo su pensamiento. Existe una sola verdad, la revelada por la religión, y la razón puede contribuir a conocerla mejor. Dios y todo lo creado por Dios.